domingo, 4 de junio de 2017

Emprendimiento CLASE 1: FORJADORES DE EMPRESA

Primera clase de Emprendimiento Universidad Tècnica de Manabí

Docente: Ing. Lourdes Mieles Pincay  Mg. Sc.

FORJADORES DE EMPRESA

El emprender. Las necesidades del emprendimiento.




Emprender

El Emprendedor de Éxito. Rafael Alcaraz, 4 ediciones. Disponible en:

Es un término que tiene múltiples  aceptaciones, según el contexto en que se le emplee será la connotación que se le adjudique. En el ámbito de los negocios el emprendedor es un empresario, es el propietario de una empresa comercial con fines de lucro, Finley (1990) lo describe como alguien  que se aventura en una nueva actividad de negocios; Say (1800)-citado por Druker (1989) lo clasifica como un “buen administrador”. En cambio para el académico, emprender es un vocablo que denota un perfil, un conjunto de características que hacen actuar a una persona de una manera determinada y le permiten mostrar ciertas competencias para visualizar, definir y alcanzar objetivos. Y en esto coincide Ronstadi (1985).

 

Asimismo, Shefsky (1997) y Baumol (1993) —citado este último por Ibáñez (2001)—señalan que el término describe a cualquier miembro de la economía cuyas actividades son novedosas de alguna forma, así como a personas que, en definitiva, huyen de rutinas y prácticas aceptadas por la mayoría. Dichos individuos se caracterizan por su capacidad para crear  e innovar;  es decir, salen de la costumbre y hacen cosas diferentes para mejorar lo existente. Esta forma de visualizar al emprendedor la comparten Steinhoff, Burgess (1993), Siropolis (1990) y Drucker (1989), quienes se refieren al emprendedor como la persona que “hace negocios exitosos, que desarrolla nuevas ideas o nuevas formas de enfocar el mercado”.

Otros le confieren la capacidad para dar un uso adecuado a los recursos disponibles. Tanto Hebert como Link (1989) y Hatten (1997) lo definen como el especialista en asumir la responsabilidad por las decisiones propias de la localización y el uso de bienes, recursos e instituciones; es decir, un “ágil captador y aprovechador de información y recursos” con la facultad para detectar oportunidades de negocios y aprovecharlas.
Morris y Kuratko (2002) dicen que, además de hacer uso óptimo de los recursos disponibles y utilizarlos en combinaciones que maximizan sus resultados factibles, “agrega valor” a cualquier proceso o actividad en la que interviene. Otros autores señalan que el emprendedor es capaz de concentrar su mente en ciertos aspectos del medio que le rodea e ignorar otros, esto le permite aplicar su tiempo y esfuerzo en la búsqueda y materialización de oportunidades. Agregan que es un alquimista peculiar que toma un sueño propio y lo transforma en algo espléndido y real, por lo cual tiene “dinamismo creativo”.
Harper (1991) lo identifica como una persona capaz de revelar oportunidades y poseedor de las habilidades necesarias para elaborar y desarrollar un nuevo concepto de negocio; esto es, tiene la virtud de detectar y manejar problemas y oportunidades mediante el aprovechamiento de sus capacidades y de los recursos a su alcance, gracias a su autoconfianza.
 Joseph Schumpeter (1934)—citado por Jennings (1994)—afirma que la innovación se genera a partir  de la capacidad para emprender; es decir, no es propia de los capitalistas, administradores o inventores, ya que los emprendedores son personas capaces de combinar los factores de producción existentes y obtener los mejores resultados, es decir, innovar  con ellos.
Entonces existen diversas formas de definir y entender el término emprendedor; sin embargo, los más variados autores coinciden en que tal vocablo se deriva de la palabra entrepreneur, que a su vez se origina del verbo francés entreprendre, que significa “encargarse de”, tal como lo señala Jennings (1994) en su libro Múltiple perspectives of entrepreneurship. (Pág. 2)

 

“Definición de Emprender”, Concepto y “Significado de Emprender”
Disponible en:

               

Emprender es un acto del pensamiento planificado y concebido para ser accionado hacia objetivos claros de intencionalidad, es un acto de la acción funcional y creativa de la genialidad humana, hecha por un ser hacedor y realizador, ¡un ser emprendedor!, un constructor de ideas y sueños, ¡pero! para ser convertidos en hechos reales, transformados y plasmados en realidades objetivadas, es un acto que obedece a su propio “instinto realizador,” presente en todos estos seres, que por su vez, son dotados de una fuerte capacidad motivacional para ir en busca de la concretización de sus ideas y sueños.

El Emprender es la capacidad de concebir e incubar en la mente ideas viables y creadoras, germinadoras y multiplicadoras, capaces de generar el impulso para la acción proactiva de esas ideas elaboradoras, es una acto de la creación que son procesadas por el “pensamiento proactivo”, que en esencia es el “hacedor”, el cual, se sintoniza armónicamente con su mejor par, que es el “pensamiento creativo” el cual es un “pensador” y con esta alianza, es creada la mejor obra para ser puesta en escena por su autor, el cual conocemos como “el emprendedor”.

Emprender es un saber aprehendido y acumulado, es un know-how y un conocimiento asimilado de forma vivencial y cognitiva, que a sido adquirido por estos seres hacedores en su propio oficio por el hacer, es un conocer aprendido en la forma de un saber hacer propio e individual, es un acumulo curricular de esta praxis, que es gestado y atesorado historialmente por el hacedor, para conformarlo en su propio método y guía personal para así construir su “saber hacer”. Esta es la pura expresión y esencia de este ser, de un nuevo homo-faber, un hacedor y emprendedor.

El acto de emprender técnicamente, es una formulación metodológica que es adquirida por la concordia entre la teoría y la práctica, sobre la funcionalidad del hacer y realizar, ésta misma, es templada en el crisol de la praxis constructora y realizadora, es almacenada en forma de conocimiento selectivo, pero concebida sobre una visión estrictamente orientada para la eficacia en resultados, por tanto es un método basado en técnicas pragmáticas para esta disciplina y conocimiento, sobre emprender con “la ciencia del saber hacer” y transformar así, las teorías en acción planificada y realizadora.

(Artículo extraído del texto “Emprender con la Ciencia del Saber hacer” autor: Lic. Luis Quezada.

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 5 min de lectura por Milciades Balbuena
Estudiar-Trabajar-jubilarse-disfrutar ha sido el guion de vida durante años, pero la tendencia de emprender está cambiando la vieja forma de encarar el acto de vivir, ubicando el disfrutar en combinación con trabajar en primer lugar, dejando fuera a la jubilación.
Jugarse por las ideas propias y apostar por la felicidad frente al aburrimiento del día a día, son algunas de las razones que llevan a la aventura de emprender.
El acto de emprender hace que los guardianes del viejo guion se pregunten ¿¡Cuál es la necesidad de emprender!? ¿Acaso no les basta un puesto fijo con buena remuneración? Un claro sí es la respuesta del argentino Nito Anello, fundador de EmprendING y Zafran, quien asegura que emprender no es para nada necesario y que forzar a alguien a hacerlo puede traer malas consecuencias. Por otro lado, el experto argentino dice sentir la necesidad de emprender y es por eso que existe Zafran, empresa de la cual es cofundador.
A la misma conclusión llega Bruno Defelippe, director de Koga Social Business Lab, quien expresa que tampoco hay una necesidad de emprender en sí, pero a la vez, existe ese impulso del ser humano de progresar y desarrollar cosas nuevas. Para Bruno cuenta mucho el carácter de cada persona, expresa que uno puede tener una actitud emprendedora pero no sacar provecho de la misma.
Para el brasileño Newton Campos, profesor del IE Business School de Madrid, la necesidad de emprender radica en el hecho de querer innovar. Él mismo define al emprendedor como una persona que innova. Bajo el concepto del experto brasileño, un emprendimiento es una empresa que innova y da nuevos valores a la sociedad.
Está claro que no existe una verdadera necesidad de emprender o innovar, pero a su vez existe esa chispa que de algún modo hace que quien posea esa actitud y carisma de emprendedor, se juegue por esa idea que le viene rondando en la cabeza. Esto trae consigo uno de las máximas más escuchadas dentro del mundo emprendedor: "Emprender es poner en marcha una idea propia". Pero… ¿qué relación tiene el mundo de la ideas con el acto de emprender?
“Los emprendedores son habitualmente los que asumen el riesgo de probar y desarrollar cosas nuevas”
— NITO ANELLO
El concepto del emprendedor
Detrás de cada empresa siempre existe la personalidad de su creador o gestor. Es posible indagar sobre si los fundadores de empresa constituyen  una raza de súper-humanos , entre otras muchas cosas, a quienes se parecen, quienes son, cómo y cuándo tuvieron la idea, cuáles han sido las mayores dificultades al establecerse por su cuenta. No es suficiente identificar la posibilidad de realizar un gran negocio si no hay quién los cristalice.
El término emprendedor fue introducido a la literatura económica por primera vez en los inicios del siglo XVIII por el economista francés Richard Cantillon; proviene del latín en y prendĕre, cuyo significado es acometer o llevar a cabo, comenzar una obra, negocio, especialmente si encierra dificultad o peligro (Diccionario de la Lengua Española, 2007).
Por extensión, o probablemente por influencia del francés y del italiano, lenguas en las que empresario se dice entre-preneur e imprenditore respectivamente, el vocablo se utiliza para señalar quien inicia una empresa. En consecuencia, emprendedor es quién aborda  la aventura de un negocio, lo organiza, busca capital para financiarlo y asume todo o la mayor acción de riesgo. Por lo anterior, se concluye que los emprendedores son los principales agentes de cambio de la sociedad.
Para validar estas expresiones miles de emprendedores exitosos podrían ser identificados y mencionados, al observar nuestros entornos en las grandes, medianas y pequeñas ciudades, hasta los más pequeños conglomerados poblacionales, podemos apreciar cantidades asombrosas de emprendedores dinamizando esas sociedades. Lo común es que estas personas- y otras como ellas-originan cambios, producen una variedad de oportunidades de trabajo y sirven como modelo para inspirar una nueva generación de emprendedores que promueven el desarrollo local y global. Además, consiguen recompensas para sí mismos y sus familias, para quienes participan en su proceso y para los inversionistas que los respaldaron. (Silva Duarte Jorge. Pág. 15)
VER VIDEO EN EL SIGUIENTE ENLACE:

Evolución del concepto de Emprendedor
La concepción moderna de emprendedor pasa de ser principalmente un tomador de riesgos económicos, en general, a un innovador. Y en el siguiente gráfico se plasma la evolución del concepto y definiciones en base a varios autores según la época en que vivían:


Emprendedores y empresarios
En esta época, como un claro reconocimiento del papel  de estos forjadores de progreso en la sociedad, las naciones o los Estados y sus instituciones promueven la formación de su gente en diversas profesiones, artes, oficios y técnicas, con el matiz contemporáneo de estimular el desarrollo de la iniciativa emprendedora y el espíritu de empresa. La tasa de creación de nuevas empresas en los diferentes países es un indicador que evidencia esta tendencia.
Se sabe que los emprendedores se lanzan a realizar sus proyectos, sea por necesidad  o por oportunidad, pero finalmente crean trabajo para sí y para otros y eso es un elemento vital para la convivencia humana. Más allá de los inductores materiales-como incrementar los ingresos económicos, por ejemplo, el emprendedor se hace cargo de tareas que van a trascender  y que por su sentido contribuirán al mejoramiento de la calidad de vida de un conglomerado poblacional. Desde esta perspectiva, todos los seres humanos deberían tener espíritu emprendedor,  porque vivir es emprender. Parafraseando a Nietzche, cada acto de respirar es un esfuerzo de poner la vida en marcha.
En una sociedad que estimula la libre iniciativa, los emprendedores una vez que consolidan y afianzan sus características deberían, por consiguiente, empresarios; sin embargo, existen factores inhibidores de la iniciativa y el espíritu empresarial, que causan situaciones como la de que no todos los emprendedores lleguen a ser empresarios, y no todo los empresarios posean espíritu emprendedor.
Lo anterior es factible, pues así como el concepto de emprendedor encierra una connotación ética y unas características personales, el de empresario hace alusión a una ocupación. Desde luego, se debe estimular y lograr que el esfuerzo colectivo por emprender acciones se traduzca en mayores tasas de creación de empresas innovadoras y en la maduración de las ya creadas.
Clarificado lo anterior, quedan varias inquietudes; ¿De dónde surge el talento empresarial? ¿De dónde vienen los conocimientos y la dedicación? ¿La gente nace con competencias empresariales? ¿Los emprendedores han sido entrenados? ¿Qué incentivos y energías poseen para explotar oportunidades?.
Todas estas preguntas constituyen un rompecabezas, porque los emprendedores no se pueden estandarizar y reducir a un modelo mecánico. Sin embargo, es posible puntualizar algunas características y modos de intervención en diferentes escenarios de la vida, que tienen una influencia determinante en el desarrollo de la iniciativa emprendedora.
La diversidad de fuerzas internas y externas relacionadas con la fuente del talento emprendedor, que funcionan como trazadores o guías de la actividad, se pueden dirigir, orientar y afianzar para lograr el desarrollo de la potencialidad.
Muchos emprendedores no llegan a concretar proyectos por factores del entorno, como el exagerado intervencionismo del Estado, las regulaciones, el elevado costo del capital, la democratización de la propiedad, la actitud de la sociedad hacia el trabajo independiente, la valoración social del emprendedor y, en fin, todo el proceso dispendioso/costoso para crear y mantener empresas. (Silva Duarte Jorge. Pág. 16-17).

Tipos de emprendedor
Una persona que lidera proyectos posee las características de la personalidad de un emprendedor, como sus motivaciones, atributos intelectuales y competencias asociadas con este tipo de comportamiento. Sin embargo, el emprendimiento se puede materializar en distintas formas dando lugar a una tipología de emprendedores.
Desde el punto de vista de su independencia económica tendríamos tres categorías el emprendedor empresario, el emprendedor mixto y el intraemprendedor.


Desde la perspectiva de los factores desencadenantes que indujeron a los emprendedores de la categoría 3 podríamos distinguir dos tipos: empresarios por necesidad y empresarios por oportunidad.

1 comentario:

Gracias por comentar en mi blog :)

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