martes, 1 de agosto de 2017

EMPRENDIMIENTO CLASE 7: CREATIVIDAD

Septima clase de emprendimiento Universidad Técnica de Manabí

Docente: Ing. Lourdes Mieles Pincay  Mg. Sc.





CREATIVIDAD
Empezamos esta clase compartiendo un vídeo sobre CREATIVIDAD el mismo que se encuentra en el siguiente enlace:
Estudiosos nos dicen que la creatividad es el proceso por el cual se emplea la imaginación para buscar soluciones originales a un problema, mediante una organización más agradable del mundo que nos rodea.
Pero recuerda, el ser creativo se hace y se desarrolla por sí mismo.
El ser creativo es buscar soluciones brillantes que nadie hubiese imaginado pero que al desarrollarlas las personas dirán ¿Por qué no se me ocurrió a mí? 
Les propongo ver un vídeo al respecto sobre Design Thinking una terminología muy relacionada con Creatividad: 

La creatividad ha fascinado al ser humano desde el comienzo de la historia y siempre se le ha otorgado un valor muy alto a esta característica humana.
La creatividad debe ser vista como un poder humano que resuelve los problemas difíciles, genera ideas y productos, abre nuevas fronteras intelectuales, transforma organizaciones agónicas en vivas y genera productividad y rentabilidad en las empresas.
Aunque ya Platón hablaba de creatividad como el proceso que permite el nacimiento de una nueva realidad, las investigaciones serias sobre el tema se inician con Galton, a finales del siglo XIX. A pesar de que se han realizado muchas investigaciones, todavía hoy no existe un acuerdo total acerca de lo que ella significa, cómo se mide, cómo se logra aprovechar el potencial creativo, cuál es el papel del medio y de los estímulos, cuál es su relación con la inteligencia.
Por ello, al hacer esta revisión bibliográfica, se encontrarán teorías contradictorias, visiones diferentes, procesos de pensamiento creativo poco concordantes, herramientas diversas, etc., y, en consecuencia, la invitación a Uds. queridos estudiantes para que puedan profundizar más sobre estos temas.
Pero, en medio de todas estas contradicciones, todos los autores coinciden en el hecho de que la capacidad creativa es un atributo de todo ser humano; no es algo que sólo unos pocos tienen y, por lo tanto, todos podemos aprovechar esa capacidad; claro que con diferentes estilos, niveles y formas según la orientación, el esfuerzo, el interés y la preparación que cada uno le dé.
Wallas, en 1926, concibió la creatividad como un proceso de cuatro etapas: preparación, incubación, iluminación y verificación.
Rhodes, en 1961, sintetizó más de 100 definiciones en cuatro componentes: persona, proceso, producto y presión.
 Torrance, en 1965, definió la creatividad como el proceso de darse cuenta de las dificultades y los problemas; seguir las huellas de información; identificar los elementos perdidos; hacer preguntas; elaborar suposiciones; formular hipótesis, evaluarlas, comprobarlas y, finalmente, comunicar los resultados.
 Skin, en 1974, sugirió que el proceso creativo se compone de tres etapas: recolección de datos del medio; preparación y comprobación de hipótesis; y comunicación de resultados.
Gallagher, en 1975, definió la creatividad como un proceso mental durante el cual se espera producir algo nuevo y original, determinado por el propio individuo y basado en sus experiencias personales.
Motamedi, en 1978, propuso siete fases para la jornada creativa: idear, probar, explorar, revelar, afirmar, reafirmar y realizar.
Treffinger, en 1988, generó un modelo compuesto por cuatro elementos centrales: características, procesos, contexto y resultados.
Ebert y Ebert, en 1989, afirmaron que el pensamiento creativo estaba compuesto por cinco fases: percepción, pensamiento creador, pensamiento innovador, pensamiento metacógnico y ejecución.
El Centro de Estudios en Creatividad del Buffalo State College desarrolló una ecuación simbólica para la creatividad:
Creatividad = f (conocimiento, imaginación y evaluación)
Rogers identificó a las personas que aprovechan su capacidad creativa como libres de ataduras mentales, abiertas al cambio y a las cosas nuevas; con capacidad de elección propia que se refleja en la emisión de juicios propios sin ser demasiado influenciables por otros; y, sobre todo, con facilidad de relación entre el medio externo y sus propias ideas, retomando su experiencia individual como fuente de generación de ideas.
Según Florida, la creatividad es la habilidad de hacer síntesis, a partir de la combinación de informaciones variadas, para generar elementos nuevos y útiles.
En este desarrollo, interesa explorar aquellas facetas de la creatividad que pueden estar orientadas a los temas empresariales. Por ello, no se tratará la creatividad artística o de otras orientaciones, y es conveniente tener claridad sobre los siguientes puntos:
La creatividad empresarial debe surgir como respuesta a algo (necesidad, deseo, problema, cambio, gusto, etc.) con el propósito de dar solución a dicha situación a través de un evento empresarial.
La creatividad es una actividad con implicaciones sociales y, por tanto, debe tener valor para alguien, además de la persona creativa.
La creatividad se mira en términos de originalidad y productividad, pero la existencia de una sola de ellas no garantiza creatividad
Algunas personas creativas tienen la noción peculiar de que su trabajo termina en el momento en que ellos sugieren las ideas, y que, luego, alguien se debe encargar del trabajo sucio de implementarlas. Recuérdese que crear empresa implica, entre otras cosas, lograr que las cosas se hagan, y, por tanto, la creatividad, sin un trabajo orientado a la acción, es una forma errada de conducta; casi una conducta irresponsable e intolerable.
Cuando una persona creativa sugiere una idea, se debe determinar qué implica su ejecución, qué actividades la componen, cuáles son los costos, los recursos, el tiempo, la gente y los riesgos involucrados en su ejecución.
Sólo así se podrá determinar, en principio, si la idea tiene potencial productivo y si es original; es decir, si es realmente creativa.
Treffinger, que ha liderado una escuela de pensamiento en torno del tema, al hablar del proceso de pensamiento creativo, indica que éste tiene cuatro elementos básicos (características, procesos, contexto y resultados), que interactúan.
Kirton, en 1976, se alejó de la caracterización antes presentada e indicó que las personas creativas se mueven en un continuo que va desde los adaptadores –que parten de lo que ya existe; aceptan la definición dada al problema; en forma disciplinada buscan las formas de mejorar lo existente; son efectivos, precisos y confiables y, por último, usan su creatividad para mejorar hasta los innovadores, que cambian la definición del problema, se hacen preguntas que generan desacuerdo con lo existente, lucen indisciplinados y buscan hacer algo diferente de lo existente; son visionarios, arriesgados, ingeniosos y están dispuestos a correr mayores riesgos.
 Todas las teorías que se han planteado permiten arribar a varias Conclusiones:
No hay que esperar o buscar una categoría simple y homogénea llamada personas altamente creativas. Hay muchas clases de talentos que se expresan en múltiples formas y en variadas ocasiones.
No hay que intentar ver la creatividad productiva como algo fijo, estático e interno a la persona. La creatividad productiva es dinámica y es afectada por los cuatro componentes del modelo.
Se debe adoptar un enfoque flexible y dinámico para evaluar las fortalezas, los talentos y las necesidades de las personas.
Hay que capacitar a las personas para darles las motivaciones, el entorno, las estrategias y las herramientas necesarias para mejorar su capacidad creativa y lograr más efectividad y productividad al usarla. El éxito, en el ámbito de la creatividad, requiere conocimientos, trabajo, estrategias, procedimientos y habilidades además de la motivación adecuada y el entorno propicio.
En todo proceso de mejora de la capacidad creativa se deben reconocer las diferencias individuales y evitar las estandarizaciones. La mejora de la capacidad creativa no es un recetario que se aplica igual a todas las personas en todos los escenarios.
Todo proceso de mejora de la capacidad creativa debe estar ubicado en un contexto, en un ambiente, en un clima organizacional dado.
La instrucción sistemática de la creatividad debe proveer las herramientas, pero también una guía y un apoyo sobre cómo usarlas.
El proceso creativo       
Como se anotó en la sección anterior, el proceso creativo en sí ha evolucionado a lo largo de los años, pero el esquema de Wallas, con los aportes provenientes de los otros investigadores, es uno de los más aplicables y entendibles para el área de creación de empresa.
Sus fases básicas son:
  • Encuentro: corresponde al momento en el cual el ser humano percibe o           experimenta un problema o una situación para la cual no tiene solución. Es un problema nuevo.
  • Preparación: corresponde a todas las actividades que el ser humano realiza para tratar de entender el problema. Incluye búsqueda de datos, análisis detallado de factores y variables, y bases tecnológicas. Es sumergirse en el problema y aplicar conocimientos y habilidades analíticas. Pasteur dijo: “La casualidad sólo favorece a mentes preparadas y listas para recibirla”.
  • Concentración: corresponde al encuentro de una línea de acción, de un principio, de una dirección que la mente humana empieza a dar al hacer diversas asociaciones, al unir diferentes marcos de referencia.
  • Incubación: corresponde al proceso incesante de búsqueda de soluciones que la mente humana sigue haciendo; de las posibles combinaciones, de la información que haya recogido. Es, en forma figurada, la digestión de todos los elementos que la mente logra recoger e idear sobre el problema.
  • Iluminación: es cuando, por fin, la mente genera su producto. Es el momento del eureka, del al fin, del esto era lo que buscaba, etcétera. Es la llegada definitiva de la luz. Es el momento en el cual el proceso creativo llega a su máximo.
  • Verificación: corresponde a la comprobación de la validez de la solución; es estudiar sus características de factibilidad. En la innovación, se incluye el análisis de costos, tiempo, mercados, clientes, rentabilidad, etcétera.
  • Persuasión: corresponde al cierre del proceso creativo. Es cuando la solución se comunica, y se convence a los usuarios de la validez de ella como solución.
Es posible asociar las fases de encuentro –preparación, concentración e
incubación– con la etapa de generación de ideas de empresa, y las fases de iluminación, verificación, persuasión con la etapa de desarrollo de la oportunidad de empresa.
Otro esquema útil para este proceso creativo es el propuesto por Shapero:
a. Sumérjase en el problema: lea, revise, examine y analice todo el material que pueda encontrar acerca del problema. Hable con la gente que sabe de él. Mire el problema por todos los lados. No acepte autoridad sin análisis; evalúe los supuestos. Insista en encontrar una forma de resolver el problema y rechace toda opinión acerca de que el problema no tiene solución.
b. Juegue con el problema: considere el problema con flexibilidad. Ensaye diferentes supuestos; imagine que cambian las condiciones o reglas y vea hacia dónde va. Enfoque el problema en diferentes direcciones y voltéelo. Suponga diferentes ambientes. Cambie mentalmente la posición de las partes, en términos espaciales y temporales.
c. Suspenda los juicios: no saque conclusiones rápidas. No se quede aferrado a un punto del problema sin mirar sus ramificaciones. Manténgase abierto a nuevas informaciones y posibilidades no consideradas. A medida que le surjan ideas de solución, escríbalas y colóquelas aparte, para que siga pensando en nuevas soluciones.
d. Tenga como meta producir al menos dos soluciones: esto permite mantener el proceso
inquisitivo y no quedarse en la idea que, por lo general, es la primera que se le ocurre. Cuanto más se incentiva la búsqueda de nuevas soluciones, más soluciones se encuentran.
e. ¿Qué hacer cuando está bloqueado?: cambie, de descripciones verbales, a gráficas y abstractas. Trate su problema con gente que no lo conoce; esto le ayudará a poner el problema en términos inteligibles. Esté alerta a sus comentarios y preguntas, pues allí puede estar la base de la solución. Si todavía está frenado, tome un descanso, cambie de problema, deje que el inconsciente trabaje.

Herramientas para mejorar la capacidad creativa
Por muchos años, diversos tipos de profesionales han venido trabajando en busca de formas de incrementar la capacidad creativa. De éstas ha surgido toda una variedad de esquemas y de procedimientos. La lista siguiente, tomada de Hisrich y Peters, recoge los nombres de algunos de ellos:

  • Tormenta de ideas (brainstorming).
  • Tormenta de ideas con crítica (reverse brainstorming).
  • Sinéctica (synectics).
  • Método de Gordon (Gordon method).
  • Lista de revisión (checklist method).
  • Heurística.
  • Asociación libre (free association).
  • Kepner Tregoe.
  • Relaciones forzadas (forced relationships).
  • Lista de atributos.
  • Método de la libreta de apuntes (collective notebook method).
  • Análisis de valor (value analysis).
  • Método científico.
  • Método matricial (matrix charting).
  • Análisis morfológico.
  • Análisis paramétrico (parameter analysis).
  • Enfoque del soñador (big dream approach).
  • Pensamiento lateral (lateral thinking).

La identificación y evaluación de ideas de empresa es la chispa que enciende el proceso empresarial y es el combustible que lo mantiene vivo.
Existen también otras denominaciones que, en el área de creatividad empresarial, pueden ser muy importantes:

  • Análisis de escenarios alternativos.
  • Árboles de diseño.
  • Análisis de campos de fuerzas.
  • Replanteo de preguntas.
  • Análisis de la naturaleza de la empresa.
  • Mapas mentales.
  • Análisis de la cadena de valor.
  • Análisis sectorial.

La lista de revisión de Osborn plantea los siguientes caminos, como manera de encontrar más soluciones a los problemas:
  • Encuéntrele otros usos: nuevas maneras de usarlo tal cual es; o de darle otros usos si se modifica.
  • Adaptación: ¿qué cosas parecidas existen?, ¿qué ideas sugiere esto?, ¿qué paralelos pueden establecerse?, ¿qué puedo copiar?, ¿a quién puedo emular?
  • Modificación: ¿nuevos cambios?; ¿cambios de significado, color, movimiento, olor, forma?; ¿otros cambios?
  • Magnificar: ¿qué añadir?; ¿más tiempo?; ¿más frecuencia?; ¿más fuerza?; ¿mayor tamaño?; ¿más grosor?; ¿valor adicional?; ¿más ingredientes?; ¿duplicarlo?; ¿multiplicarlo?; ¿exagerar?
  • Reducir: ¿qué sustituir?; ¿empequeñecer?; ¿condensar?; ¿miniaturizar?; ¿rebajar estatura?; ¿acortar?; ¿dar más luz?; ¿omitir?; ¿suavizar?; ¿partir?
  • Sustituir: ¿qué cambiar?; ¿a quién cambiar?; ¿otros ingredientes?; ¿otros materiales?; ¿otros procesos?; ¿otro lugar?; ¿otro enfoque?; ¿otro tono de voz?; ¿otra energía?
  • Rearreglar: ¿intercambiar componentes?; ¿otro patrón?; ¿otra distribución?; ¿otra secuencia?; ¿causas y efectos?; ¿ritmo?; ¿programación?
  • Invertir: ¿trasponer positivos y negativos?; ¿opuestos?; ¿rearmar al revés?; ¿de arriba-abajo?; ¿invertir papeles?; ¿cambiar zapatos?; ¿voltear mesas?; ¿poner la otra mejilla?
  • Combinar: ¿qué tal una mezcla, una aleación, una combinación?; ¿combinar unidades?; ¿propósitos?; ¿ideas?; ¿atractivos?
Otro esquema interesante para pensar en forma creativa es el indicado a continuación:
Descomponga el problema en sus partes y elabore una lista de ideas para cada una.
Adapte o aplique ideas que funcionan para problemas, situaciones o productos que no tienen nada que ver con el que usted está estudiando.
Adapte o aplique ideas que funcionan para problemas, situaciones o productos parecidos.

Elabore una lista de todo lo que no funciona: ¿Cómo puede corregirse?

Elabore una lista de todo lo que funciona:
¿Cómo podrían aumentar o mejorar?
¿Cómo se pueden simplificar?
¿Qué se le puede agregar o aumentar para mejorar?
¿Qué se puede eliminar?
¿Para qué otra cosa se puede utilizar?
¿Qué cambios radicales se pueden introducir?
¿Qué se puede sustituir por completo?
¿Qué pasa si se invierte todo, se hace todo lo contrario, se voltea al revés?
¿Cómo se podrían introducir variaciones en el uso o en la aplicación?
¿Cómo se podrían cambiar varios aspectos del problema?
Establezca si hay posibilidad de hacerlo mejor o manejarlo mejor.
¿Qué más se puede hacer?

Al utilizar cualquiera de las técnicas, herramientas, estrategias, procesos o secuencias para mejorar la capacidad creativa, es importantísimo recordar lo que Newton nos enseñó al afirmar: “Si alguna vez he realizado algún descubrimiento valioso, ello ha sido gracias a la atención constante más que a cualquier otro talento”.

Barreras a la creatividad
La creatividad de las personas, por lo general muy alta en su infancia, presenta una clara reducción en sus manifestaciones a medida que aquéllas crecen y, aunque sorprenda, a medida que se educan. Rogen Van Oech, en su libro A Whack on the Side of the Head, identifica las diez barreras mentales que más interfieren en el pensamiento creativo:
1. El deseo de buscar la respuesta correcta, y sólo ésa; y ojalá, en forma directa. Esto evita la generación de ideas y de alternativas.
2. La tendencia a que todos los análisis se hagan en las denominadas formas lógicas (el temor a usar el lóbulo derecho).
3. La costumbre de seguir las reglas del juego; en muchos casos, éstas son el impedimento principal para resolver el problema.
4. El deseo de ser práctico, que impide volar en busca de nuevas soluciones.
5. La orientación a la precisión, que impide trabajar en la ambigüedad y jugar con ella.
6. La costumbre inveterada de que no se deben cometer errores; que estos son malos; lo cual limita el pensamiento y expresión.
7. Ser demasiado serios y circunspectos, lo cual impide jugar a las ideas, a la creatividad; esto genera temor a lucir frívolos o ridículos.
8. La especialización, que conduce a detener el proceso creativo cuando un problema no está relacionado con el área específica. El argumento prototipo es: “No es de nuestra área y/o no sé suficiente de eso”.
9. El temor a hacer el oso, porque nuestras ideas pueden despertar hilaridad entre la concurrencia.
10. El pensamiento negativo, que lleva a no intentar la búsqueda de la solución creativa, pues se dice: “Yo no soy creativo”.

Hay que evitar estas diez barreras y expresiones o actitudes que pueden expresarse en frases como:

  • Es imposible.
  • Eso está fuera de la lógica.
  • Ni por el diablo.
  • Sea realista y lógico.
  • No le busque cinco patas al gato.
  • No se meta en cosas desconocidas.
  • No se puede.
  • No tiene solución.
  • Mantenga la tradición, sea convencional.

Todas éstas, y sus similares, son bloqueadores inmediatos de la creatividad.

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